El maravilloso calendario de mis “grandes errores”

December 19, 2022

En apenas unos días La Navidad llegará a nuestras vidas y no hablo de las luces que engalanan ciudades, los árboles llenos de adornos de muchos estilos y tamaños. No hablo de los centros comerciales que desde principios de noviembre parecen desprender un perfume a canela en rama y clavo atrayendo a propios y extraños para comprar aquello que pueda sacar una sonrisa al otro.

Hablo, de esos últimos días del año en familia para algunos, en soledad para otros. Con ganas y diversión, pero también con aspereza y tristeza por las pérdidas personales. Días que utilizamos para hacer balance de todo lo ocurrido en este 2022 que ya da sus últimos coletazos. Los aspectos positivos que marcaron una sonrisa y aquellas metas que por circunstancias ajenas a nuestro control no pudimos alcanzar, también aparecerán en nuestro imaginario aquellos deliciosos momentos que sorprendieron nuestra rutina, que nos hicieron redondear cada parte de nuestro cuerpo por la sorpresa y posterior excitación. Y es entonces cuando con un breve viaje por los recuerdos anuales decidimos si ha sido un buen año para cada uno de nosotros o un año mejorable.

¿Y si nos parásemos a reflexionar cuáles han sido nuestros aprendizajes? ¿Y si escribiéramos con letras de oro cada uno de nuestros errores? ¿Y si eso que un lunes cualquiera de marzo nos sacó de la oficina llenos de ira y decepción hoy fuera el inicio de una nueva estrategia de vida? ¿Cómo medir el impacto de nuestros fallos?

Desde Amagi os proponemos para este año 2023 el maravilloso calendario de los “Grandes Errores”.

¿El maravilloso calendario de los “Grandes Errores”? Sí, has leído bien. Imprímete en un DINA3 un calendario del 2023, hay modelos muy divertidos destinados a cumpleaños. Una vez en papel, o si eres muy digital déjalo presente en el escritorio, irás anotando en él, mes a mes, cuál ha sido el gran error de esos treinta días. Para ello, deberás hacer un ejercicio de reflexión, estar muy atento a qué estás sintiendo en cada momento, que te está arañando las tripas. Una vez identificado el error que cometiste, podrás preguntarte ¿Cuál fue el regalo de dicho error? Y es que, a mes vencido, con las emociones mucho más estables y con un poder de reflexión y perspectiva sin duda, más afinados, podrás dilucidar que aquello que te llevó de cabeza y te hizo irte a la cama con muy mal sabor de boca, era un aprendizaje encubierto.

Pongamos unos ejemplos, imagina que en enero no fuiste capaz de mantener una conversación difícil con tu jefe. No pudiste expresarle tus ganas de avanzar, de absorber nuevos retos y de poder alcanzar ese ascenso que tanto crees merecer. Pasó febrero, marzo y abril y ya en primavera esos anhelos resueltos quizás en media hora de conversación y despacho fueron criando malvas. Fueron modificando tus perspectivas de la empresa. Tus juicios en negativo se dispararon y tus actos fueron tiñéndose de ironía, hastío y desgana.

¿Cuál fue el gran error de enero?

No tener la valentía y el coraje suficientes para tener la conversación que quizás te hubiera hecho avanzar en tu carrera profesional. Puede que el resultado de la misma, fuese un “Muchas gracias, pero por ahora no podemos ofrecerte el ascenso requerido” ¡Genial! Pero el mero hecho de verbalizarlo y escuchar la respuesta te habría otorgado la tranquilidad en tus noches. Te habría dado realidad y no expectativa, te habría aterrizado y poder descubrir cuál es el siguiente paso.

Pongamos un segundo ejemplo más personal: Puede que para el 14 de febrero tuvieras una primera cita con una persona con la que desde el primer instante intuiste que no era para ti. Aún así, esa necesidad desgarrada de no sentirte solo hizo que continuaras con dos o tres citas más. Alargando la copa final, alargando la frustración por no encajar con alguien, la tristeza de una soledad no elegida. Llegó mayo y también julio y situaciones parecidas se anotaron en tu calendario. Y un día decidiste mirar esos “Grandes Errores” con otros ojos, te diste cuenta de que existía un patrón, un común denominador que te hacía escoger a personas que distaban mucho de lo que tú necesitabas. Empiezas a darte cuenta de que tu necesidad a veces es tan potente que idealiza a ese hombre o mujer que tienes delante. Es en ese momento, cuando sacas el gran aprendizaje que todos esos encuentros que te dejaron un regusto a tristeza y cierto vacío te regalaron;

  1. Tienes necesidad de amor.
  2. Decides mirarla de frente y es entonces cuando deja de tener el tormento de un fantasma para ser un reto a superar.
  3. Determinas qué buscas en una persona, de forma objetiva, te preguntas quién eres y cuáles son tus valores. Comienzas a conocerte y a saber discernir lo que te aporta y enriquece de lo que te resta y entristece…

Igual que hacemos pues, un balance de “lo bueno o malo”, hagamos un ejercicio exhaustivo por descubrir que hay detrás de eso “malo”, ¿Cómo podemos responsabilizarnos? ¿Cómo podemos hacerlo diferente? ¿Cómo podemos encontrar nuevos recovecos a nuestra forma de actuar y ver los distintos colores de nuestro ser?

El maravilloso calendario de los “Grandes Errores” no es más que una herramienta para PARAR, REFLEXIONAR, ANALIZAR y BUSCAR regalos en todo aquello que nos hizo caer para luego levantarnos.

Desde Amagi queremos compartir nuestro “Gran Deseo” para todas las personas que día a día nos hacéis ser mejores, nos acompañáis en nuestros escritos, nos regaláis la oportunidad de acompañaros en vuestros crecimientos y tocáis el timbre de nuestra puerta con esperanza, ganas, valentía e ilusión para que nuestro faro alumbre vuestro camino.

Y el deseo; es seguir teniendo vuestra energía, vuestra confianza y vuestro compromiso para ofrecer sin miramientos nuestra mejor versión.

Gracias y ¡Muy Felices Fiestas!