Cuando nos comunicamos con los demás ¿nos entendemos?

November 7, 2021

Cuando nos comunicamos con los demás ¿nos entendemos?

¿Cuántas veces dejas a un lado lo que estás haciendo para centrarte en una conversación con tus hijos, tus compañeros o tu equipo?

El ser humano, como decía Aristóteles, es un ser social y necesita comunicarse con los demás, hablar y escuchar.  Hoy en día con la carga de trabajo, el cambio vertiginoso de las cosas y sobre todo con las nuevas tecnologías nos hemos convertidos en personas multitarea que cada vez prestamos menos atención a nuestras conversaciones y como consecuencia estamos poniendo en riesgo la propia esencia del ser humano.

A los seres humanos nos gusta contar y escuchar historias, conocer las experiencias y los deseos de las personas, soñamos e imaginamos sobre nosotros y los demás, pero hemos perdido la capacidad de comunicarnos. Prestar atención a lo que decimos, escuchar y preguntar para saber qué quiere el otro no es fácil, requiere domino de uno mismo, disciplina, atención, comprensión y esfuerzo por captar su mensaje. Por otro lado, no comunicamos igual con unas personas que con otras, con algunas, el diálogo fluye y, sin embargo, con otras, nos parece imposible entendernos.

Para mantener nuestra esencia, necesitamos comunicarnos y, a comunicar también se aprende. Para hacerlo tenemos que trabajar en tres aspectos básicos: escucha, preguntas y estilos de comunicación.

¿Te has preguntado si escuchas para entender o para responder?

Una buena conversación empieza por saber escuchar, contestar a esta pregunta es el primer paso para una buena comunicación. Para escuchar y entender lo que escuchamos necesitamos trabajar el silencio ¿cuántas veces interrumpimos a nuestro interlocutor o respondemos a su pregunta antes de que haya terminado? Además, el silencio nos ayuda a conectar lo que escuchamos con nuestro pensamiento y nuestros sentimientos y ahí es donde vamos a encontrar una respuesta basada en la empatía, la mejor de las respuestas posibles.

El segundo paso es saber preguntar. A veces no entendemos por qué nuestro interlocutor nos responde algo que no es lo que hemos preguntado. ¿Te has planteado si puede ser porque no hayas hecho la pregunta correcta? La calidad de las respuestas que recibes depende de la calidad de las preguntas que planteas. No existen malas respuestas sino malas preguntas.

A estos dos aspectos básicos para una buena comunicación tenemos que añadir un análisis de nuestro estilo a la hora de comunicar. No siempre tenemos que comunicar de la misma manera esto depende de quién es nuestro interlocutor, de lo que vamos a comunicar y de las circunstancias en que lo hacemos. Es necesario conocer el mapa de estilos relacionales para saber cuál tenemos que utilizar en cada conversación.

Cada conversación requiere preparación y cada interlocutor el cien por ciento de nuestra atención, esta es la base de la buena comunicación.

Isabel Juárez